lunes, 13 de diciembre de 2010

BARRIO BELLAVISTA

Conocimos las dos caras de la moneda de este conocido y visitado sector

“El primero de enero tenemos que desalojar la casa” dijo don Manuel, uno de los cuatro residentes que actualmente viven en el “Castillo Lehuedé” más conocido como “La casa roja”. Él vive hace 30 años en este lugar, ahora acompañado de su hija, nieto y un amigo.
Caminando por la calle Antonia López de Bello, hasta llegar a la esquina de Constitución llegamos a “La Casa Roja” que se ubica justamente en la 
Plaza Camilo Mori” del barrio Bellavista. Construido a base de piedra en el primer piso y en los cuatro pisos que siguen de concreto.

Hoy, sólo son cuatro personas las que habitan este gran castillo, pero “Antes mucha gente vivió aquí; matrimonios, solteros y familias enteras ocuparon los departamentos” señaló don Manuel con nostalgia al recordar que dentro de unos meses esta ya no será su casa.
-¿Y dónde se irán ahora, dónde van a vivir?
- No sabemos con seguridad donde nos iremos, pero hay algo que sí tenemos claro y es que nos quedaremos en este sector, no nos vemos viviendo en otro lugar, porque además de que esta sea nuestra casa, este es nuestro barrio; yo vivo hace muchos años acá, mi nieto nació y se crió en este barrio, hemos vivido experiencias muy bonitas aquí, dice don Manuel.
El Castillo Lehuedé fue construido en 1923 y lleva este nombre por la persona para quién fue hecha; un comerciante llamado Pedro Lehuedé (Castillo; por el tamaño y Lehuedé; por el apellido de este señor), ¿Pero por qué toma el nombre de “Casa Roja”? a lo que don Manuel responde que “el arquitecto que pintó la casa fue quien la llamó así.
Este lugar es una de las casas típicas del barrio bellavista, no sólo por ser una de las más grandes, sino por ser la más bonita gracias a su arquitectura “basada en el modernismo” como dijo don Manuel mostrándose gran conocedor de su vivienda. Esto la hace ser preciosa, además la calidad constructiva ha hecho que se mantenga en buen estado a través del tiempo y hasta el día de hoy.
No cabe duda alguna de que este barrio no seria el mismo sin el gran “castillo”, ya que lo transforma en un “rincón turístico” y tan característico que hasta aparece en las postales que son vendidas en el mismo sector de Bellavista.
¡Esta casa es famosa! agrega don Manuel, porque apareció en la teleserie “La Buhardilla”-editada en el año 97’ por las pantallas de TVN-, aquí fue cuando tuvo un boom y se hizo más conocida, manifiesta con cierta picardía.
Muchos de los turistas, tanto extranjeros como chilenos, cada vez que llegan a este lugar preguntan si pueden recorrer la casa por dentro para no quedarse sólo con la fachada exterior, pero es imposible porque tal como dijo Víctor (25)-nieto de don Manuel- este lugar esta vendido y se tiene prohibido el acceso “de hecho mi abuelo muchas veces hace el papel de cuidador de la casa” dijo con tímidas carcajadas.

BARRIO PATRONATO

Sinónimo de ropa para las santiaguinas


Definitivamente cuando escuchamos la palabra "Patronato" lo primero que se nos viene a la cabeza es la gran variedad de ropa y de precios que podemos encontrar en este lugar. A un costado del río Mapocho, entre las calles El Manzano y Dominica podemos ver una infinita calle repleta de pequeños kioskos que ofrecen una gran variedad de poleras, chaquetas,faldas y todo tipo de ropa.

Hay para todas las personas, hombres y mujeres,de todas las edades y de todas las tallas.
No cabe duda que este lugar es uno de los sitios preferidos de las santiaguinas al momento de invertir para verse lindas en cualquier época del año. Desde picadas a tiendas exclusivas, este sector se mantiene ajeno a los malls y escapa de los conglomerados económicos

Coreanos, chilenos y árabes conviven entremedio de billetes, escolares, compras compulsivas y uno que otro robo.

Es así, como sus múltiples locales comerciales y variedad de productos han hecho que a diario más de 30 mil personas lo visiten.



LA VEGA CENTRAL

Nos muestra un lugar popular y de esfuerzo


Entre el río y la Estación Mapocho se encuentra la vega central, que sin duda alguna este es un sector de mucha bulla por su gran abundancia de comercio de productos del campo, que surten diariamente tanto a los amplios comedores de restaurantes, como a los ciudadanos más necesitados.

La vega ha recibido distintas generaciones de santiaguinos por más de 100 años. La mayoría de la gente que se dirige a este lugar es para comprar frutas o verduras que siempre se encuentran a un precio muy conveniente por sus locatarios o a disfrutar de buenos platos de comida, principalmente son los turistas los que toman la segunda opción.

Sin duda alguna el trabajo aquí es duro: cada madrugada, a eso de las 5 de la mañana se abren las puertas del lugar, donde llegan los camiones con productos que se descargan hasta el amanecer. Luego, en sus 150 locales comienzan los remates al por mayor que, los que surten a los 800 locatarios, quienes hacen la venta al detalle para el público general. La gente que aquí trabaja es muy sacrificada y honrada, podemos ver trabajando desde niños hasta abuelitos, en la mayoría de los casos trabajan en familia. 

Además de ver locatarios y vendedores, nos podemos dar cuenta de la gran cantidad de vagabundos y alcohólicos que circulan por este lugar encontrando 
una oportunidad, un lugar de acogida o una mano amiga, que les permite subsistir.

En 1895, gracias a la iniciativa de Agustín Gómez García, se inició la construcción de la Vega Central y la ampliación de sus terrenos que, hacía 1916, ocupaban un espacio de 6.000 metros cuadrados, adquiriendo una fisonomía propia y muchas de las familas locatarias. En aquel tiempo y por un largo período que perduró hasta la década de 1970 la venta de los productos se hacía por medio de remates al mejor postor



BARRIO BRASIL


Alabado por la diversidad


Desde La Alameda hasta la calle Balmaceda se encuentra la avenida Brasil, caracterizada por un ancho bandejón central y llena de inmensas palmeras.

El nombre de avenida Brasil lo adquirió en 1900, cuando la Municipalidad de Santiago ordenó hacer la plaza con el mismo nombre, en honor a la hermandad con la nación carioca. La celebrada inauguración dio pie al realce del nuevo barrio naciente y muchas familias acaudaladas comenzaron a construir aquí sus casonas, conformándose en uno de los barrios más elegantes de la época junto con el Barrio República y Concha y Toro.

Mas allá de la cara más visible, en el sector se llevan a cabo gran cantidad de actividades en centros culturales, centros comunitarios, talleres, salas de teatro, etc. Es frecuenta ver obras de teatro, tocatas, ferias artesanales,etc.

Muchas de las grandes casonas han sido subdivididas y se arriendan por partes a estudiantes, artistas o a personas comunes. Algunas otras han sido tomadas por jóvenes, que en los mejores casos desarrollan talleres de los más diversos oficios, que les ayudan a subsistir.

También hay tres universidades de inclinación artístico-humanista, lo que aumenta aun más la población flotante que ha configurado tan particularmente al sector.

BARRIO CONCHA Y TORO

Características en extinción

Declarado Zona Típica en 1989, el barrio Concha y Toro sorprende por sus calles adoquinadas y sus antiguos edificios de estilos gótico y neocolonial. A sólo pasos de la Alameda y la avenida Brasil, este barrio se conserva semioculto entre calles cortas y cruzadas entre sí, por lo que quienes tienen la suerte de visitarlo son casi siempre “dateados” por otros, lo que hace más que aumentar el atractivo por este pequeño barrio.

Con un restaurante, un café y hostal, un centro cultural y una hermosa plaza con una fuente en su centro, el barrio Concha y Toro es, sin duda alguna, uno de los imperdibles del barrio Brasil y de Santiago.


Este barrio nació mientras en el país se vivía un auge económico en los años 60' producto de la explotación minera y el descubrimiento del Mineral de Caracoles.

Los primeros habitantes estaban vinculados de forma íntima al círculo más cercano de los Concha Cazotte, muchos de los cuales asistentes del famoso Baile de Máscaras de 1912, entre estos encontramos a las familias Santa María, Lynch, Sánchez, Ossa, Cox, por nombrar algunas.

BARRIO PARÍS-LONDRES

Mosaico de historias en este armónico lugar con aires de Europa

Como hemos visto el centro de Santiago es un lugar repleto de rincones especiales y  las calles París y Londres ubicadas en Santiago Centro se convierten en un espacio ajeno a la característica imagen de la capital del país. En ellas, podemos sentirnos extranjeros en un lugar que nos pertenece, pero que muchas veces obviamos por encontrarse escondido.

Para todos los que han visitado este lugar tienen la misma impresión "parece un lugar de Europa" por el gran parecido en la imitación urbanística y sus sinuosas calles estrechas de adoquines.

Este lugar pertenecía a los monjes franciscanos de la Iglesia  de San Francisco.

A comienzos del Siglo XX, los problemas económicos de esta iglesia obligaron a poner a la venta los predios céntricos y agrícolas a particulares. La situación fue conocida por autoridades de la época  y decidieron adquirir parte de los terrenos, encargándole a famosos arquitectos del viejo continente a diseñar y construir sus obras.

En una ciudad llena y caracterizada por la modernidad, este lindo y mágico lugar no deja de llamar la atención a pesar de que el comercio es muy escaso es  un lugar de turismo, los hostales abundan y la mayoría de los edificios son lugares de trabajo y vivienda.

Poco a poco se ha ido convirtiendo en un barrio nocturno y bohemio con bares de encuentros, hotelitos y mujeres llamativas que paseaban por sus veredas. Hoy es un lugar de artistas y estudiantes, que lo convierten más bien en un barrio cultural, lo que lo hace un lugar de gran interés turístico.